Aventuras en Forks

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

DOMINGO POR LA TARDE.

Mignonette había conducido alrededor de Forks al menos durante una hora, como mínimo. Intentó recordar cada lugar que veía a travez de la ventanilla.

Definitivamente, había decidido que luego debería de ir al bosque. Era algo que extrañaba, y a la vez temía, no sabía por qué. Además del mál clima, Forks estaba rodeado de bosques y eso, le encantaba. No estaba en "su" hogar, pero podría jugar a imaginarse los bosques de Siberia mientras estaba allí, aunque sabía definitivamente que era jugar al juego de las 7 diferencias cuando en realidad, eran completamente lo contrario.

Estaciono el auto en el Forks Park. Quería tomar algo de aire fresco antes de conducir regreso a la casa de los Jacksons.
Saco la llave de su lugar y jugo con ella en sus manos, mientras se bajaba delicadamente del convertible blanco. Vio que algunas jóvenes la observaban: un grupo de chicas que también estaban en el parque, pero después de todo, MInnie era la chica nueva. Les dio una rápida mirada y comprendió que tendría que acostumbrarse a aquello, le gustase o no.

Había comenzado a caminar por el parque cuando un aroma dulzon y empalagante comenzó a invadirla nuevamente. Sacudio la cabeza para librarse de los malos pensamientos. Quizas era una mala pasada de su mente, ya que no podía tratarse de otra cruel jugada del destino.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 4:38 pm

Otro domingo que casi llegaba a su fin.

Aquel había sido uno de esos domingos en los que había necesitado de un paseo para pensar un poco sobre muchas cosas. Si bien, Edward ya había vuelto a nuestro lado. Carlisle se encontraba de caza, por lo que demoraría un poco en volver a casa.

Eran muy pocas las veces en las que nos distanciábamos de aquella manera, por lo que sentía una especie de vacío, que ni la revisión de cualquier plano de la casa, ni las bromas de Emmet ni las conversaciones con Alice y Rose, inclusive, con algunas palabras de Jasper; podían aligerar.

Decidí salir de casa, aprovechando el clima y la nubosidad del pueblo. Mi destino, sin duda alguna, era el parque del pueblo, tanto por la tranquilidad que se podía sentir en el lugar, como por la diversidad de vegetación que podía encontrar en aquel lugar.

Al salir de casa y subir a uno de los autos de la familia, supe que no demoraría en comenzar a llover, pero aquello no me importó en lo absoluto. De hecho, quería contar con la suerte de estar en el parque cuando comenzara a llover.

Conduje un poco más rápido, por las calles que llevaban al parque de Forks y, al llegar, aparqué el auto en un lugar al que pudiera tener fácil acceso cuando quisiera regresar a casa. Bajé del coche justo cuando comenzaba a caer una leve llovizna. A lo lejos pude ver a un par de chicas corriendo, para protegerse de la lluvia.

Sonreí, porque era lo que solía hacer cuando tenía su edad. Comencé a caminar por el parque pero tuve que detenerme de inmediato. Fruncí el ceño.

-Imposible.-me dije preocupada. Se suponía que no era muy común ver a alguno de los licántropos de La Push, en Forks… y mucho menos en aquel Parque.

Me alejé del auto, con cuidado. Tratando de descifrar quién era el visitante de la Reserva, y agradecí internamente, el que las chicas se hubieran alejado.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

Había comenzado a lloviznar, nada que le importara. Levanto la mirada al cielo mientras las primeras gotas cayeron sobre su rostro.

De repente, el aroma que había sentido al bajarse del auto, se transformo en un olor algo repugnante de soportar para ella.

Institivamente, miro a su alrededor, intentando percibir de donde provenía. Había personas regusdandose de la lluvia, alejandose del lugar, podía ser cualquiera.

De repente, giró sobresaltada. Alli, ni lejos ni cerca, había una mujer. La observo fijamente por unos minutos. No sabía si era miedo o curiosidad lo que la obligaba a quedarse allí parada.

Sin lograr definir su sentimiento, volvio a voltearse y se aferró al collar que llevaba en su cuello, mientras comenzaba a a caminar rápidamente. Algo estúpido, en realidad, ya que iba en el sentido contrario a donde había estacionado su auto.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 5:29 pm

La chica me había visto y me había reconocido también, de la misma forma que yo la había reconocido a ella. No había ninguna duda de eso.

En ese momento pensé que había sido un error ir al parque aquella tarde. Debí haberme quedado en casa, trabajando en algún nuevo proyecto o leyendo un libro.

Esperé su reacción, preparada para escuchar un insulto o un comentario despectivo. Pero nunca esperé que reaccionara de la forma en que lo hizo: ¿estaba huyendo acaso? ¿huyendo de mí? Aquello era totalmente ilógico, pues yo no le había hecho nada. Además, no era propio de un licántropo el huir al encontrarse frente a frente con un vampiro.

De pronto comencé a dudar sobre el haberla reconocido. Los motivos llegaron a mi cabeza con extrema rapidez:

-No podía ser de la manada de La Push. No tenía el aspecto de los habitantes de la reserva.
-Huía de mí.
-Parecía sentir miedo.
-Estaba en Forks.

Eso, por mencionar lo más significativo. Al parecer pasaba por alto el hecho de que ella era la única persona de aquel parque, que había podido reconocer que yo no era una simple humana.

Comencé a caminar hacia ella, preocupada por su actitud.
¿Y si estaba en problemas? ¿Y si algún licántropo le había hecho daño?

-Espera.-le dije, con un tono de voz calmado. -Por favor, espera.-le pedí nerviosa. Aquella chica no lucía nada bien, no podía permitir que se marchara en aquel estado.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

Minnie caminó rapidamente por unos segundos. Luego, sintió la voz de la mujer hablandole.

-No puede ser cierto. Estoy en Forks, estoy segura- se repitió dentro de su cabeza una vez mas.

De pronto, se detuvo en seco.

-Mentira- se contradijo rápidamente - Estoy en Forks y ella no es humana. Si es lo que pienso, debo comportarme como los de mi clan. Un lobo blanco no huye, enfrenta-

Se giró de golpe y la miró fijamente.

-Se lo que eres y te conviene alejarte- dijo con total seguridad en sí misma. Su voz sono potente y convincente.

Miró a su alrededor. Si esa mujer era lo que pensaba, debería tomar precauciones. Primero, porque estaba ante humanos, a pesar que en el parque ya no quedara ninguno. Segundo, porque era la primera vez que debería de atacar sola en caso que surgiera una pelea y tercero, porque nadie mas podría llegar en su rescate.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 6:17 pm

Me detuve al ver que ella también lo hacía. Cuando la joven se giró, di un paso atrás.

Enarqué las cejas, completamente sorprendida por su cambio de actitud. Si bien, parecía no tener problemas con los licántropos, lo que echaba por tierra mi hipótesis de que éstos le hubieran hecho algún tipo de daño. Parecía que estaba dispuesta a hacerme algo si no me alejaba de ella.

Eso me dejaba claro que ella sí era una de ellos, pero no sabía que en la reserva se congregaran los licántropos extranjeros también.

Respiré profundamente, como parte de una antigua costumbre que no había podido perder y la miré. Di otro paso hacia atrás, para alejarme de ella y me quedé de pie, en ese lugar. Sin moverme un centímetro.

-Yo también sé lo que eres.-le dije sin rodeos, pero con un tono de voz que dejaba claro que aquello no era una amenaza. -Pero no tengo pensado enfrentarme contigo.-aquella era, sin duda, una manera sutil de decirle: Baja la guardia, no voy a hacerte daño. -Por el contrario, me preguntaba si estabas bien. Por un momento pensé que estabas en problemas.-admití.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

Me acerque lentamente a ella, preparada para cualquier cosa. De igual forma, si quería volver a mi auto, debía de tomar aquel camino.

La miré fijamente hasta le momento que terminó de hablar.

- Ustedes nunca se cansan- habló nuevamente con mirada fría y semblante serio. - Pensamos que Forks estaba limpio- continué sin rodeos.

Avance un poco más, pero sabía que si quería llegar a mi auto, tarde o temprano tendría que darle la espalda, cosa que, definitivamente, no haría por nada del mundo. Me detuve firmemente a pocos metros de ella.

La mire inquisitiva por unos segundos. Levante mi barbilla y le respodí desafiante.

-¿por qué alguien como tú se preocuparía de alguien como yo? No tiene ningún sentido- admití sin problemas

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 6:59 pm

"Pensamos que Forks estaba limpio"

Aquellas palabras hicieron que diera un paso atrás. Me parecía una total falta de respeto que aquella chiquilla actuara así. Sobre todo cuando no tenía por qué estar allí.

-Entonces no debes ser de La Push.-dije, más para mí que para ella.

Miré alrededor y supe que aquella muchacha no era de allí. Si estaba en el pueblo debía ser por una visita o algo parecido, porque en La Push se sabía que los Cullen habitábamos Forks. Además, era ella la que no debía estar allí.

-Verás...-comencé a decirle, con voz firme. -...no tengo idea de dónde vengas, ni cuánto tiempo te quedarás aquí. Pero, es necesario que sepas que en este pueblo habita un clan... mi clan.-dije, haciendo énfasis en el adjetivo posesivo. -Mi familia habita en Forks desde hace un tiempo.-agregué.

Inspiré nuevamente y la miré con detenimiento.

-Tiene sentido preocuparnos, al menos para nosotros. A simple vista alguien se pudo dar cuenta de que necesitabas ayuda. Mi familia y yo procuramos mantener la paz en estas tierras.-le informé. -Tenemos un tratado con los licántropos de La Push.-dije. -Y, si fueras de esa manada, sabrías que eres tú la que no debe estar aquí.

Tuve la sensación, de que ella ni siquiera sabía lo que era "La Push" pero, entonces era hora de que comenzara a informarse sobre aquel tema. Nosotros procurábamos ser lo más pacientes y tolerantes posibles, pero no por eso íbamos a permitir que nos trataran de esa forma, estando en el lado del pueblo que, según el tratado, éramos libres de recorrer.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 7:12 pm

Escatimando las pocas actividades que alguien como yo podría plantearse un domingo por la tarde opté por la más recreativa: salir de compras a gastar todo aquel dinero que había para despilfarrar. Aunque resultaba ser una lástima que Emmett estuviese de cacería con Carlisle, pues, debía admitir que disfrutaba de las muestras explosivas de celos que exhibía Emmett cada vez que algún humano poco discreto se detenía en seco para contemplarme de arriba abajo hasta que se topaban con el monumental acompañante que iba a mi lado dedicándoles una mirada de pocos amigos.

Aún así, había salido de la casa y tomado uno de los coches para ir hasta Seattle para comprar cualquier atuendo para atiborrar aun más mi armario. El tiempo transcurrió y hasta que creí que había visto todo decidí conducir de vuelta a Forks. Disfruté de la privacidad que el interior del coche me proporcionaba y hasta me permití tararear una de las canciones del rock clásico que la radio estaba emitiendo.

Faltaba poco para llegar a casa cuando, para mi sorpresa, me topé en el camino el coche de Carlisle. Aminoré la velocidad para ver que sucedía pero no fue a Carlisle a quien me encontré charlando con una chica, sino a Esme.
Entonces detuve la marcha, apagué el motor y salí del auto sosteniendo las tintineantes llaves entre mis níveos dedos. Comencé a acercarme pero conforme la longitud que me separaba de la compañía de Esme se acortaba un olor a perro mojado me golpeó con fiereza el rostro. Ni siquiera me molesté en ocultar mi gesto asqueado. Mis oídos registraron pequeños trozos de conversación y Esme había espetado la existencia del tratado que sosteníamos con los de La Push y, hasta le advirtió a la chica que no debería estar pisando aquellas tierras.

- ¿Qué sucede, Esme? - le pregunté, sin dar signo alguno de ser cortés con la otra chica.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

Fruncí el ceño extrañada, aunque aún seguía en mi estado defensivo.

-¿La Plush?- dejé escapar de mi boca. ¿Tratado? Definitivamente no entendía nada de lo que esa señora me hablaba.

-Pues esta también es la tierra de mi familia- contesté con seguridad y en estado de alerta, debido a que el olor repugnante de acrecentaba y vi como una nueva chica se sumaba a la batalla verbal.

-¡Que diablos!- pensé. El miedo comenzó a brotar, pero sin embargo, en ningun momento dejé mi posición de "pre-lucha".

Nunca antes había luchado contra un vampiro, siempre estuvo Niko o alguien de mi manada, pero ahora, todo era distinto.

No solo estaba sola, sino que frente a mi tenía a dos vampiros que reclamaban como suya a Forks.

-Que quede claro que tu clan no me afecta- volví a hablar, mientras hechaba una mirada a la chica nueva

-¿Licantropos de la Push?- pensé atónita para mi misma - ¿Acaso hay más?-

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 7:51 pm

Antes de que la chica respondiera a mis palabras, escuché a un nuevo auto que se acercaba a nosotras. Estaba tan acostumbrada a aquel sonido que supe que se trataba de alguien de mi familia, sin tener la necesidad de echar un vistazo, para comprobarlo.

La persona del auto se bajó de él y en ese momento supe de quién se trataba: era Rosalie.

Una oleada de preocupación se extendió por mi cuerpo, pues conocía el carácter de Rose. Mucho más cuando se trataba de una relación con los licántropos. La miré, cuando llegó a mi lado y negué sutilmente con la cabeza cuando ella quiso saber qué sucedía.

-No ocurre nada Rose.-le dije en un susurro prácticamente imposible de escuchar para cualquier persona normal. -Tal vez esté perdida o algo así. Por lo que veo no conoce nada de la manada de Sam, así que no está al corriente del tratado.-le informé, concediéndole a mi voz un tono tranquilo y calmado.

Pero como cuestionando mis palabras, la joven desconocida dijo que nuestro clan no la afectaba.

-No pretendemos afectarte.-dije con rapidez y sinceridad. Un conflicto era lo último que quería en aquel momento, mucho menos si Rose se encontraba en aquel lugar. Sabía que ella no haría nada para disimular el desagrado que sentía al estar frente a aquella muchacha.

Recordé que había mencionado algo relacionado con su familia. Su familia que vivía en Forks. Aquello me hizo saber que, definitivamente, ella no tenía idea de la existencia de la reserva en La Push.

Miré a Rosalie, totalmente confundida. Así como la muchacha no sabía de La Push, yo no tenía conocimientos sobre una manada que habitara Forks.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 8:17 pm

¿Perdida o algo así? Ladeé la cabeza para escudriñar con más detenimiento a... aquel ser. No tenía ni la más mínima pinta de pertenecer a la Reserva India de La Push, pero tampoco parecía tener rasgos muy propios del lugar. Por tanto, podíamos concederle la fe sobre la duda en cuanto a su falta de conocimiento acerca de la jauría que comandaba Sam Uley.

Esbocé una sonrisa irónica cuando Esme mencionó que nosotros no pretendíamos afectar a la chica. Eso, habría que verse tras considerar la postura de la chica dentro de todo aquel asunto.

- Ah, ya veo... - deje salir entre dientes -, pues, viendo que para ella no aplica el Tratado, habrá que informarle igualmente que función cumple y que hay ciertas claúsulas que deberá acatar - sugerí con seguridad.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

-Solo sigo las claúsulas de mi clan- dije sin ningún tipo de temor. Lo que esa chica podría llegar a hacerme, realmente no me importaba, pero en el fondo, sentía que me insultaban a mi, y con ello a los de mi especie.

Cerré los puños, lista para cualquier cosa, aunque sabía que era un peligro una trasnformación en aquel lugar. Era Indeliberada, pero no suicida.

- Si no pretenden afectarme, entonces salgan de mi camino- dijo en tono prepotente. Definitivamente ella no iba a hacerse a un costado.

Solo quería un pequeño paseo. El olvidarse lo que era por unos minutos, y sin embargo, lo que consiguió era esto: Una lucha verbal ( hasta el momento) con dos Vampiros.

¿Lo mejor de lo peor? No estaban solos. Según la primera chica, Esme, como la llama la ultima en llegar, pertenecían a un clan, y por lo visto, había licántropos cerca.

-Imposible- pensó. - No puede haber licántropos cerca. Lo sabríamos- concluyó en sus pensamientos.

Para ese momento, lo unico que le importaba era que aquello terminara de una vez. Luego de un largo tiempo si notarlo, volvio a sentir las gotas de agua cayendo en su pálida piel. Era lo que odiaba, su piel blanca. Pero no podía culpar a nadie. Allí, en su tribu, eso era normal. Eran de Siberia, ¿donde iban a sacar sol?

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 9:45 pm

La joven estaba alterada, no había dudas de eso. Lo peor era que Rosalie no necesitaba un motivo para desatar una guerra de palabras con aquella chica... pero, si la misma chica era la que le daba excusas para hacerlo, ella no iba a negarse.

Tenía que mediar si quería obtener al menos un resultado positivo de aquel encuentro. Miré a la joven desconocida.

-Creo que estamos hablando de clanes diferentes.-le dije, haciendo mención a lo obvio. -Lamento si ha habido un malentendido, pero creo que existe una manera más cortés de pedir las cosas.-no pude evitar decir aquello. Aquella chica parecía necesitar una buena lección de modales. -Hemos decidido dar un paseo por el parque...-le informé, agregando a Rosalie al paseo. -...al igual que tú.-hice una pausa y miré a Rose. -Y no pensamos retirarnos todavía.

No podía haber una mejor manera de decirle que no nos íbamos a ir sólo porque ella quería eso. Aquel parque era un lugar libre y, si decidíamos dar un paseo, ella no podía impedírnoslo.

-Si tu clan tiene sus propias cláusulas, deben conversar con el clan de este territorio. La manada de La Push. Es la única manada que conocemos y con la que hemos establecido el tratado. Tratado que, esperamos, sea cumplido tanto por ellos como por sus amigos o visitantes, de la misma forma que nosotros hacemos que nuestros conocidos lo respeten.

Esperaba haber dejado en claro todo lo que quería decir. La verdad era que el encargado de la diplomacia en la familia era Carlisle. Acompañado por Edward, pero ninguno de los dos se encontraba en el lugar, por lo que debía ser yo la que asumiera aquel papel, que durante mucho tiempo había visto asumir a mi marido.

Tema: Re: Aventuras en Forks Miér Feb 18, 2009 10:37 pm

Me planté mejor en el campo. Adopté una postura más relajada y me crucé de brazos en otro ademán que dejaba en claro que la situación nos favorecía a nosotras si nos poníamos a lidiar en cuanto a disputas de territorios.

Si no pretenden afectarme, entonces salgan de mi camino.

No. No había podido evitar que un trino irónico saliese de entre mis labios para restarle credibilidad a las palabras de la chica que de por sí, ya sonaban lo suficientemente huecas como para desmoronarse frente a un juicio racional pues nosotros contábamos con las bases de verdad.

Esme, haciendo uso de aquella particular maña de mostrarse diplomático frente hasta del más grosero le repitió a la chica las condiciones en las que se encontraban. Aunque en su explicación no había hondado mucho en detalles. ¡Cómo no iba a estar confundida la lobita! Mejor aclararle las cosas...

- Esme, estás poniéndole muchos rodeos - resollé, mirando de soslayo a mi madre. Luego, alcé la barbilla altiva y observé a la chica -. El Tratado estipula la existencia de dos territorios claramente divididos. El de los licántropos - comencé -, y el de nosotros. El de los licántropos consta de la extensión que cubre la Reserva de Quileutes y el nuestro todo el pueblo de Forks, contando también sus bosques. Lo que se busca con este Tratado de Paz es que nosotros no cacemos en sus tierras ni que ellos nos molesten con su búsqueda súper heróica del bien - expliqué, pareciendo en un principio una mujer de lo más amable -. Para dejártelo más claro: nosotros no vamos allá y tú no vienes acá, porque dejas un hedor a perro mojado que no podemos eludir con tanta facilidad; evítanos tener que verte.

Alce mi pétrea mano para indicarle que aún no había terminado, que había más.

- Y sí, como dices que no eres de los de La Push, al parecer tendremos que hablar con tu Alfa... - agregué, sugiriendo que su presencia me recordaba a la de alguien sin ninguna importancia.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

-Mira pequeño zombie- contesté con total naturalidad y una sonrisa en mi boca - Yo no pertenezco a la manada de la que hablas, ni jamás eh oído de ellos. -

La escuchó por unos segundos, y cuando nombro al alfa, una ola de enojo la inundó nuevamente. Podrían meterse con cualquier cosa, pero eso ya era tocar fondo.

Saco su collar que en todo este trayecto, se había metido dentro de su escote - Entonces empieza a hablar- dijo mostrandoles claramente el collar. Sabía que no era el alfa, pero era lo más parecido a millones de kilometros. Era ella o era Niko, y el no estaba allí. Además, ella levaba el collar, y además, lo llevaba en su sangre.

- Bien les dije, y sera mejor que me escuchen- comencé a hablar tranquilamente, con la barbilla altiva, haciendoles notar que no les tenía miedo alguno. - No me importa tener que soportar su asqueroso olor a caramelo vencido, vine a Forks para quedarme, y nadie va a echarme de este lugar. - terminé con una sonrisa.

-No sé quienes son los de La Push, y tampoco me interesa- contesté tajantemente - y Tampoco se quienes son su clan de muertos vivientes, pero si no se meten conmigo, no me meteré con ustedes - concluí.

De repente, una pregunta se cruzo por mi cabeza. ¿Cassie sabría que hay fríos en Forks? ¿Y licántropos en La Push? Si lo sabía, era traición de su parte no decirlo a Niko o a ella. Y si no lo sabía, entonces no podría decircelo. Absolutamente no. Su tía se traumaría, o peor, la obligaria a unirse a la manada de La Push, y eso Minnie no lo haría jamás. Ella era de "Los Blancos", jamás pertenecería a ninguna otro tribu que no lo fuese. Y si algo malo le pasaba a Niko, y ella quedara como la única de su especie, seguiría sola, sin importarle nada.

Quizas no era la mejor defendiendose, ya que siempre tuvo a su padre o a su hermano, pero una persona no sabe la capacidad de su potencial hasta que se encuentra en una situación al límite, y , ¡Oh sorpresa! , Forks lo era. Forks parecía ser su salvación y al mismo tiempo, su etapa más cercana a la muerte.

Tema: Re: Aventuras en Forks Jue Feb 19, 2009 12:05 am

La pequeña chica lobo estaba perdiendo los estribos y, junto con ellos, yo dejaba escapar la poca paciencia que paciencia que había podido tener frente a ella.

Supe que, en cualquier otro momento, frente a cualquier otra persona, e incluso, en otra situación, podía haberle pedido respeto, pues mis maneras de actuar no tenían por qué convertirse en las mismas de ella. Si sus padres no le habían enseñados modales, no tenía por qué hacerlo yo.

Pero, en este caso, en el que ella misma había insultado a Rosalie Hale, a mi hija, sobre todo cuando ella no hubiera tenido el comportamiento que yo había pensado sino que, parecía haber controlado sus instintos de humillarla de una manera más grave. . Y no conforme con eso, se había atrevido a mencionar al resto de mi familia, llamándoles "Clan de muertos vivientes" No podía hacer menos que exigirle un comportamiento válido para una mujer, sin importar la especie a la que pertenezca.

La miré con algo de enojo, pero que no era nada comparado con la pena que aquella chica me causaba. Me situé justo a un lado de Rosalie y comencé a hablar, sabiendo que nunca, alguna situación, había exigido una respuesta como la que le daría a aquella jovencita.

-En primer lugar, te exijo un poco más de respeto tanto para Rosalie, como para el resto de mi familia. Nuestra forma de actuar, nos impide comportarnos con el mismo nivel altanero y grosero que tú. Pero eso no quiere decir que vayamos a soportar tus groserías ni tus amenazas.-le dije segura. -En segundo lugar, si dices ser la que dirige tu manada, es decir sobre quien recae el calificativo de "Alfa" debes saber que, sus territorios deben ser respetados. Así como, estoy segura, exigirías respeto al territorio de tu manada, debes respetar el territorio de los Quileutes. El que seas Alfa de tu manada, no significa que puedas pasar por encima del Alfa de este territorio.-le expliqué porque, para ser Alfa de su manada, no tenía idea de cómo proceder en aquellos casos.

-La Push es territorio Quileute, Forks es nuestro territorio.-le dije con firmeza. -Si no tienes pensado obedecer las normas de tus iguales, al menos ten la educación de obedecer las nuestras. Porque, vuelvo a asegurar, que si algún vampiro entra en el territorio de tu manada, que no es éste territorio, no lo dudes ni un minuto; ustedes se encargarían de exterminarlos. Sin embargo, estás en Forks, nuestro territorio, y ninguno de nosotros ha procedido en tu contra. Las reglas son las reglas y debes respetarlas.-concluí y miré a Rosalie, como diciéndole: ella se ha metido con la familia, no podía reaccionar de otra forma.

Tema: Re: Aventuras en Forks Jue Feb 19, 2009 12:19 am

Me llamó pequeña zombie. Y yo no respondí indignada por aquel curioso mote. Debía reconocer que era creativa tanto como debía admitir su falta de conocimiento sobre la diferencia que existía entre "zombie" y "vampiro". Continuó lanzándonos amenazas y antes de que yo pudiese intervenir nuevamente Esme se movió a mi lado y comenzó con una diatriba que me hizo alzar las cejas en un gesto incrédulo y me sentí orgullosa de las garras que estaba mostrando mi madre, cosa que poco hacía por la influencia de Carlisle. Cuando terminó de sentar las bases sonreí mirando a la chica.

No cabía duda que ella no podía ser Alfa, debido a la falta de experiencia que exhibía.

- ¿Quién es tu Alfa? - insistí.

Mensajes : 62 Fecha de inscripción : 17/02/2009

- Mostraría respeto hacia los de tu especie si ellos lo hubiesen mostrado a los de la mía - dije con voz delicada, pero firme. Ya no estaba nerviosa, ni temerosa. Había algo dentro de mí que me llevaba a pensar mejor las cosas.

- En Forks vive mi familia, y en todo caso, seguiré sus reglas, no las de la tuya - volví a aclarar, totalmente segura y di una mirada fugaz a las dos chicas.

Su mirada se posó en la joven rubia. Quién volvia a reclamarle el nombre de su alfa. Dudo unos segundos.

-Nikolas Waldorf- pronunció como si se sintiese orgulloza de aquel nombre - Y yo ocupo su lugar hasta el momento de su regreso- comenté con total seguridad.

No estaba segura de volver a ver a Niko, pero el ser la última de los míos era algo que me perseguía en cada sueño, o mejor dicho, pesadilla. Esperaba, ansiaba, soñaba y oraba cada día por volver a verlo. El me lo había prometido, y en el fondo de mi corazon, aunque temía lo contrario, sabía que el cumpliría aquella promesa.

- Si dicen no proceder de mala forma, no serían capaces de armar una escena de lucha aquí mismo, menos aún si son parte del pueblo- comencé a hablar con total calma, dirigiendome a la que la chica insolente llamo como Esme, ignorando a la primera. - Sí no buscabas nada de problemas y lo único que querías era caminar por el parque, ¿Por qué me llamaste?- pregunté con mirada potente, fijamente a los ojos - Mejor dicho, ¿ por qué siguen aquí?-

El celular del bolsillo trasero de mi pantalón comenzo a vibrar. Aún así, sabía que no podía atender, no en aquel momento. ¿Quién podría llamarme? Solo Cassie, Andrew o Chris, o en un episodio milagroso, tal vez Amy. Sabía que si no atendía, se preocuparían.

Aún manteniendo la mirada fija a Esme, saco su celular lentamente. Apretó la tecla de aceptar llamada y puso el celular a su oído, sin dejar de observarlas.

-¿Minnie?- preguntó Chris al otro lado del teléfono.

- Estoy en camino Chris- contesté rápidamente, y cerre el teléfono para guardarlo nuevamente en mi bolsillo, mientras segui observando a las dos jóvenes, o mejor dicho, mujeres, ya que no tenía idea de cuanto años tenían en realidad, aunque tampoco me interesaba.

Tema: Re: Aventuras en Forks Jue Feb 26, 2009 8:58 pm

Negué sutilmente con la cabeza, pues aquella chica no podía tener la más mínima idea de lo que eran las reglas o la convivencia tanto para los de su especie, como para los humanos. Era lamentable que una vampiresa le diera a entender eso.

-Si vas a vivir con tus familiares, en Forks, sigue sus reglas. Pero sus reglas humanas. Vivirás con humanos, compórtate como ellos.-le dije con decisión, no podía permitir que dudara por un minuto de todo lo que habíamos dicho.

Ella era parte de una manada, una manada que en Forks no tenía ni voz ni voto. Pretendía hacerse pasar por su Alfa, ignorar a la manada de La Push y seguir comportándose como una niñata malcriada. O actuaba como licántropo o actuaba como humana... a menos que pudiera conseguir un verdadero equilibrio entre ambas razas, cosa que parecía imposible.

-Y no temas, no somos capaces de provocar una escena de lucha en este lugar. No por tratarse de un lugar público, o por no querer enfrentarnos a ti... no provocaremos una escena de lucha, porque en nuestros planes no está el caer tan bajo; mucho menos por un asunto como este.-aseguré, hablando no como la sumisa esposa del Doctor Cullen, sino como Esme, la madre que defiende a sus hijos a toda costa y que no permite que una simple chica, perteneciente a la raza que sea, les hable como aquella chiquilla le había hablado a Rose.

-Te llamé, porque como he dicho anteriormente, supuse que sucedía algo malo, porque huías y porque, por un momento pensé que un licántropo pudo haberte causado algún daño. Y sigo aquí, porque es necesario que alguien te aclare las cosas en el lugar. Nosotras lo hicimos, de la mejor manera posible, así que no tenemos nada más que hacer aquí, así que, nos vamos.-aseguré y di media vuelta.

Nunca había perdido el control de aquella manera, sabía que, tal vez el remordimiento se iba a adueñar de mí más tarde, pero por el momento, sabía que había actuado de la única manera que podía esperarse de mí. Una cosa era ser la tímida y callada esposa del doctor del pueblo y una muy distinta el permitir que esos calificativos me convirtieran en la tonta vampiresa que permite que insulten a los suyos y que una simple niña malcriada se sienta con derecho a romper las reglas que, tanto costaron establecer.

Avancé hasta el auto en el que había llegado al parque y esperé a que Rosale subiera al suyo, ya hablaríamos luego en casa si ella lo decidía, pero en aquel momento lo primordial era salir de allí, alejarnos de la chica insolente y retomar la calma y la tranquilidad que definían la personalidad de Esme Cullen.

» Bienvenidos a Forks.