::: Parte superior del taller :::
Era la tarde del domingo, Sean y John se encontraban disfrutando de su almuerzo contemplando la perspectiva de la gran apertura al día siguiente.
Sean: John, la comida está servida... ven, te mereces un festín.
John: gracias tío... así que esto es américa... nada sorprendente.
Sean: Nada de asombra John... no esperes mucho de Forks - Dijo con una mirada algo acusatoria... - ¿Has recorrido el pueblo? -
John: Sabía a dónde quería llegar mi tío... así que le seguí el juego - Un poco, sí... nada interesante en realidad...
Sean: ¿Esperabas algo?... John... vinimos acá para empezar una nueva vida... dejar atrás todo.
John: En grecia aprendí que uno nunca puede dejar atrás el pasado... te perseguirá hasta que lo enfrentes... y lo sabes.
Sean: John... incluso ahora piensas en cazar?... Incluso ahora sólo te guía la venganza?
John: - Ahora, y todos los días... hasta que acabe con él... Tyreon. - dije en tono serio y decidido...
Sean: John, no digas eso... en La Push hay otra manada... si nos contactamos con ellos..
John: ¡NO! no más manadas... yo ya tengo manada... ¡tenemos manada! - dije algo más fuerte de lo que pretendía... luego noté la tristeza en los ojos de mi tío y calme mi ímpetu. - Si acepté venir acá fue en atención a ti... mi mentor. Pero debes tener presente que voy a quedarme para siempre aquí... mi vida no está en Forks.
Sean: Mi tío negó con la cabeza...- comamos, se enfría... - dijo resignado.
John: Sé que están aquí... puedo sentirlos. Vampiros y licántropos... Lo siento en el aire.....
Sean: Alucinas... dijo mi tío pero no puedo evitar la expresión de preocupación.
John: Sonreí algo confiado, en el monasterio en el Tíbet había aprendido mucho sobre el reconocimiento de patrones... y mis sentidos eran muy agudos. Sabía que si estaba cerca de un vampiro u otro licántropo no me costaría identificarlo. Decidí no arruinar el almuerzo de mi tío y guardar silencio...