Denalí-Alaska-

Sentado en una roca cubierta de nieve, el hielo formándose en mi mano se sentía como un terciopelo. No tenía mucha sensibilidad y la heladéz solo hacía que mi temperatura corporal se hiciese un absorbente del frío, ya que, de todas maneras, mi temperatura normal era lo suficientemente fría...y si fuera un humano, tendría una hipotermia.
Alcé al rostro hacia el cielo estrellado y las luces blancas y doradas que despedían los cuerpos estrellados. Pero mi visión era nublado por un par de ojos enormes y color chocolate.

- Ni siquiera a cientos de kilómetros me deja en paz...- farfullé, frustrado.

Era un cobarde, porque nadie tiene que hacerme huir de mi familia, y de la vida que con tanto esfuerzo pude equilibrar. Pero ella y solo ella pudo hacerlo, tan solo trayendo su presencia a Forks y volverme loco por su olor. ¿Quien era para hacerme correr y dejar a mis hermanos y padres? Nadie.
Moví la mano y la cerré en un puño para que el hielo se cayera en pedazos. Metí la mano a los bolsillo de mis pantalones y saqué el móvil. Llamaría a Alice y tantearía el terreno.

No por nada había pasado casi una semana desde el incidente de la cafetería, pero quería asegurarme de que Isabella Swan estría -por su propio bien- lo mas lejos posible.
Apreté el número 3 en marcación rápida.

- Alice...- le dije cuando hubo ruido detrás del auricular.

Había pasado una semana desde que no sabíamos nada de Edward, le habia contado lo ocurrido a la familia, y desde ese momento nos guiabamos por mis visiones sobre donde estaria en cada momento.


Hacia unos minutos que esperaba que el telefono sonara, hsata que lo hizo y como habia predicho, el nombre de Edward salia en la pantalla, esperé un rato para tranquilizarme antes de contrestar.

Edward- contesté y agradecí estar fuera de la casa para que no me inundaran a preguntas- como estas?- le pregunté con voz seria con un deje cantarín que me caracterizaba, pero igualmente sonaba serena.
Aquel momento no era para reir, estaba preocupada por mi hermano, hacia dias que no sabiamos de él, y aquel era un buen momento para saber su situación y para que él conociera como estaban las cosas por Forks


fdr: puse en cursiva como que esta al otro lado del telefono...

- No sé como...sentirme.- admití a mi hermana.

Era un monstruo. Bella Swan tenía familia y recién acababa de llegar a Forks..y yo quise matarla. Vi cada una de las posibilidades que tenía, pude matarla de cada manera que planeé en mi mente sin siquiera vacilar. Alice seguramente había visto mis desiciónes que cambiaron cuando hube estacionado el auto en Alaska, y la nieve cubrió mas y mas su visión.

- Quise ir a su casa, esperar a a que saliese del Instituto, Alice...- admití avergonzado.- hubiese estado sola y yo...le hubiera matado.

Miré hacia el cielo y esos enormes ojos color chocolate me atormentaron. Comenzaba a pensar que gustaban de hacerme sentir como un verdadero monstruo. ¡La odio! Me puse de pié de la roca gélida donde me había sentado y comencé a caminar hatsa llegar al sendero donde dejé el Volvo. Me había internado en el bosque un par de días atrás para pensar sin ser interrumpido por pensamientos que en el momento no podía escuchar. Tanya y sus pensamientos. Esta ocasión, la rechazé definitivamente y ella pudo entender de una buena vez que no cederé en algún futuro cercano o lejano.
Mis pantalones de mezclilla se mojaron con la nieve que pisaba a cada paso, soltè un ligero suspiro.

- ¿Cómo estàn las cosas en casa? - pregunté.- ¿Carlisle y Esme están bien? - Esperaba que no fuese así, o mi cargo de consciencia sería aún mayor.- Mamá debe sentirse terrible...- dije pedijendo algo que muy probablemente si estuviese ocurriendo.

Escuché a mi hermano decir lo que habia pensado hacer mientras estaba en Forks- Sabes que lo habria visto, y también sabes que no te habria dejado hacerlo, no habria dejado que hicieras algo que no quieres.

Esperé a que volviera a hablar, sin decir nada mientras se producia un silencio al otro lado del telefono.

Después de un rato preguntó por Esme y Carlisle- Carlisle esta preocupado, Edward, pero sabe porque te fuiste, y sabe que has sido muy fuerte para evitar ir a por ella. Y Esme, seguro que sabes como está, ella intenta ser comprensiva y entender que debias hacerlo, pero Edward fuiste el primero, el hijo que estaba allí cuando Carlisle la convirtió, le sorprendió tu huida repentina- le conté tranquilamente, para que mentirle, si luego sabría de verdad lo que habia estado pasando.

- El problema es que cada vez que estoy cerca de Bella Swan, quiero hacerlo...- admití agitando la cabeza.

Seguía caminando y a lo lejos, muy lejos pude ver el Volvo brillando en la noche. Cuando escuché lo que Alice decía, tan solo pude mandar un golpe a la corteza del pino mas cercano, que se partió en miles de pedacitos.

- Los he decepcionado.- dije.- No merecen preocuparse por mi, mucho menos Carlisle.

Quería regresar a casa, pero no sabía si las cosas estaban bajo control. No sabía si podría controlarme.

- Alice...¿que sucederá si yo regreso?- pregunté.

Quería saber si era seguro, si ella tenía una visión de que no haría nada que pudiese comprometer a mi familia.

Le escuché, supe cual era su problema cada vez que estoy cerca de Bella Swan, quiero hacerlo.
No se podia hacer nada contra el instinto, solo evitarlo, por todos los medios, y tenia que hacerle saber a Edward que nosotros lo queriamos, y que le ayudariamos a superarlo.

-No, Edward, no los has decepcionado, estan preocupados por ti, no decepcionados, nunca pienses algo asi- dije intentando ser lo más expresiva posible para que supiera que no lo decia por decir. Habría deseado tenerlo en frente para simplemente mirarlo a los ojos y decirselo, no habría sido tan dificil.

Me preguntó sobre el futuro, sobre lo que pasaria si volviera a Forks.
-Esme y Carlisle se alegrarán, también nosotros, te esperaremos con los brazos abiertos y lo sabes, no te juzgamos por pensar eso de Isabella, a cualquiera de nosotros podria habernos pasado- empecé aunque sabía que no era eso lo que queria escuchar, él esperaba elguna visión de lo que haría en el instituto, o si se encontrara con la chica de nuevo.
-No te mentiré Edward, su sangre te atrae y mucho, y no es que fuese solo aquel dia, ni que llevaras un tiempo sin cazar, es porque es asi, su sangre es mucho más fuerte que tu control sobre tus instintos- dije seria, no podia mentirle, él lo sabia, él sabia lo que lograba hacer la sangre de aquella chica- pero puedes estar seguro de que si intentas hacer algo, lo veré, y lo evitaré, te prometo que no voy a dejar que le hagas daño. Además, se que eres fuerte hermano, y vas a poder controlarte- dije más tranquila devolviendole a mi voz el tono alegre y cantarín de siempre. -Procura cazar antes de volver a verla, te ayudará- dije, aunque no tenia porque decirselo, sabía que lo iba a hacer.

Solo queria que volviera