Alumno nuevo

Me levanté bastante tarde, así que me di prisa en vestirme, bajé rapidamente las escaleras, cojí las llaves del coché y salí de casa antes de que mi tía pudiera decirme nada. Conduje hasta el instituto del pueblo que tenía un aspecto un tanto deprimente. Ni siquiera tenía pinta de ser un instituto, pero el cartel lo dejaba claro. Aparqué el coche delante de la oficina principal sin preocuparme si estaba permitido o no y entré para cojer mi horario.
-Hola- dije acercandome al mostrador-Soy nuevo, vengo a por el orario y la lista de libros.- le dije a la mujer regordeta y pelirroja que me sonrió inmediatamente.
- Claro, eres Axel.-yo asentí aunque no fuera una pregunta y ella empezó a buscar entre todos los papeles que tenía en su alrededor.
-¡Aquí está!- dijo sacando una carpeta pero no me la dio.- ¿Qué tal está tu tía?, hablé con ella por teléfono. Hace poco que habeis llegado,¿verdad?. ¿Te gusta nuestro pueblo?...- fruncí el seño por la lluvia de preguntas que me estaba lanzando. Aquella mujer tenía pinta de ser la típica cotilla que necesitaba algo de lo que hablar con sus amigas.
-Mi tía esta perfectamente, llegamos ayer y el pueblo no está mal.- deje extendiendo la mano por encima del mostrador para cojer los papeles.-Adios- dije saliendo de la oficina, no quería parecer grosero, pero las preguntas me ponían de los nervios. Me apollé en mi coche revisando mi horario y el mapa del colegio, tenía ganas de saltarme las clases, pero no era muy recomendable hacer novillos el primer día de clase. Esperaba que el resto de las personas de ese pueblo no fueran tan molestas como esa mujer.

Otro día de lluvia, estaba camino al instituto y podía sentir con facilidad la fuerza de resbale de las llantas de mi auto, me preocupada de que una mala resbalada me costara la vida y decidí que tan pronto llegara a casa le diría a Charlie de aquello, él podía ayudarme mucho si del auto se trataba.

Aparqué junto a un auto muy llamativo y supe que era una metida de patas, esperaba que el dueño de este me lanzase una broma con respecto al mío, era un imán para las bromas de mal gusto.

En un intento desesperado por pasar desapercibida ante ese chico salté con rapidez fuera del auto luego de tomar mi mochila y le cerré poniéndole el seguro, cuando me di la vuelta estaba preparadísima para el típico comentario de ''linda chatarra'' pero no se escuchó nada, nada más que el chapoteo débil del agua.

Continué dando cortos pasos sorprendida por el hecho de pasar desapercibida, una vez más, su esencia había vuelto, su interior sonrió ampliamente - ¿Qué clase tienes? – le inquirió su interior y para eso debió tomar el papel cuarteado donde tenía los horarios, había dejado la original copia en su habitación y ésta estaba hecha pedazos por lo tanto no se podía entender casi nada, el papel bastante testarudo se le resbaló de los dedos y fue a parar a un charco de agua – Bien..Bella – se apremió poniéndose de cuclillas para tomarlo, aunque tomarlo no valdría la pena, ya no se entendería ni la cuarta parte de lo poco que antes si.

FDR: ¿Se puede?

FDR: Claro.

Estaba sentado en mi coche cuando escuché un ruido bastante fuerte. Vi como un monovolumen rojo aparcaba cerca y como de él bajaba una chica de tez pálida y de pelo largo y castaño. Salí del coche pensando que ya era hora de dirigirme a mi primera clase porque sino llegaría tarde. Cojí mi mochila, activé la alarma de coche y empezé a caminar hacia mi primera clase. Cuando me acerqué a la chica pude ver como sacaba un papel con expresión distraida y como se le caía al suelo. Murmuró algo y se agachó para recogerlo y yo hice lo mismo. Me moví mas rápido que ella y recojí el papel empapado con un movimiento brusco. Me arrepentí de ello en seguida porque no debía llamr la atención haciendo cosas extrañas- ¡Genial!- dijo una voz sarcástica en mi cabez.- Ahora seguramente la habrás asustado.
- Toma- dije entregandole el papel empapado sin saber muy bien que decir mientras la chica se levantaba, parpadeaba y me miraba sorprendida.- Aunque ahora no te servirá de mucho- murmuré mirando las letras emborronadas.

Extendí la mano para tomar el papel que ahora flotaba en el charco de agua cuando alguien lo arrebató con rudeza, me sorprendí y me hice a un lado pero luego ese movimiento tan solo me hizo parecer paranoica, era un joven delgado y de ojos muy claros, permanecí a la espera por unos segundos hasta que él me entregó mi descuidado y mojado papel – Gracias… - murmuré sorprendida y sentí como éste se desgarraba con facilidad entre mis dedos, desvié la vista de su mirada y la enfoqué en mi mano, ahora empapada. Sacudí levemente los dedos y varios trozos de papel cayeron al suelo, tendría que buscar a Mike luego para corroborar las clases ya que ese día me encontraba con la memoria a corto plazo, él habló nuevamente y alcé la vista, le sonreí forzadamente –No servía antes… - bromeé por mi caligrafía y el descuido de la nota.

Fue uno de los momentos torpes en Forks, en los que no sabes que decir, o si irte nada más, creí que si me marchaba así nada más sería falta de respeto ante él, quien me había ayudado así que esperé en silencio unos segundos, avisté varias preguntas torpes pero luego lancé el peor comentario – Nos…estamos mojando – le advertí en un susurro, estaba comenzando a llover con mas fuerza sobre nosotros, supuse me tomaría por tonta ya que cualquiera hubiese caído en la cuenta de estar bajo lluvia.

El papel se deshizo en su mano y ella bromeó. Solté una leve risa y despues nos quedamos los dos en silencio. Estudíé su rostro detenidamente y mi mirada se detuvo en sus ojos. El momento se prolongó dando lugar a un silencio incomodo. No sabía que empezar de nuevo en un lugar como este fuera tan incómodo.- pensé. La verdad era que hechaba de menos Jacksonville.
Entonces la chica empezó a balbucear y finalmente dijo que nos estabamos mojando, lo cual era mas que cierto.
- Sí, tienes razón, deberíamos ir a clase.- La lluvia ya casi no me molestaba porque por extraño que fuese no sentía el frío y me estaba acostumbrando a la constante lluvia de ese pueblo. Me di la vuelta y empezé a caminar lentamente hacia el instituto. - Por cierto, soy Axel.- le dije a la chica dandome la vuelta y caminando hacia atras.

El se rio levemente por mi comentario y me miró en el silencio hasta que balbuceé que nos estábamos mojando, era horrible sentir el peso de cada gota sobre la ropa, estaba tan acostumbrada al calor y al sol que ridículamente lo que más me costaba era acostumbrarme a la lluvia, la humedad y las resbaladas.

Me dio la razón de tener que ir a clases y comenzó a caminar lentamente, yo observé su silueta alejándose y rodeé rápidamente el aparcamiento con la mirada, suspiré y le miré nuevamente cuando él justo se daba la vuelta y se presentaba – Bella. – sonreí levemente y di unos cortos pasos para alcanzarle – ¿No eres de aquí? – pregunté frunciendo el ceño, daba la impresión de no ser de por allí pero no podía asegurar nada, era torpe para reconocer a quienes eran nuevos o viejos en el Instituto.

-Bella... - muermuré pensativo- Bonito nombre- dije mientras me daba la vuelta y empezaba a caminar otra vez de frente cuando ella se puso a mi lado.
-No, no soy de aquí. Me he mudado ayer mismo.- dije respondiendo a la pregunta que me hizo.
-Soy de Jacksonville. Es muy diferente a Forks.- dije con un tono algo nostálgico.
- Es mas soleado, con mas gente, mas ruido, mas coches, y lo mas importante... menos bosque y mas playa- dije soltando una risa.
- ¿Y tu Bella? ¿Ers de aquí?- dije con una amable sonrisa.

Sonreí ante su comentario de mi nombre y él enseguida respondió a mi pregunta, al parecer se había mudado hacía poco al igual que yo. En este caso yo sería un Mike Newton o una Ángela Weber para él, ellos habían sido los primeros en hacer amistad conmigo y la verdad estaba agradecida, si no fuera por ellos no sabría nada sobre el Instituto o Forks.

Le devolví una sonrisa amortiguada por la nostalgia de escuchar del sol, el calor…al menos me sentí tranquila y feliz al saber que el sol seguía en su lugar, ya casi ni podía verle estando allí – En realidad nací aquí, pero cuando era muy pequeña me mudé con mi madre a Phoenix y hace poco he regresado por un tiempo… - hice un mohín y desvié la mirada al camino.

Continuamos unos pasos más hacia el Instituto y solo por asegurarme de que seguía allí le miré - …no soy muy vieja por aquí y creeme que siento todo lo que tu con respecto al Instituto… - comenté en voz baja, ya habían varios chicos a lo lejos inspeccionándole con la mirada por el hecho de ser nuevo.

Me sonrió pero había algo en su expresión que indicaba que no se sentía precisamente feliz al oír mis palabras. Cuando habló de Phoemix desvió la mirada y supe que al igual que a mi le hubiera gustabo estar en su antigua ciudad.
Dijó que ella tambien era nueva, que sentía lo mismo que yo con respecto al instituto y estuve de acuerdo con ella.
- Sí, ser nuevo es orrible... puede que esté exagerando, pero es la primera vez que soy "el chico nuevo" y es como si tuviera un cartel clavado en la frente que me cataloga de bicho raro.- murmuré haciendo una mueca mientras evitaba las miradas que nos lanzaba la gente según nos acercabamos al instituto. Una chica dió un codazo a su amiga nos señaló con un dedo y le dijo algo al oído que no pude escuchar. Las dos soltaron una risa erviosa y desviaron la mirada cuando clavé la vista en ellas.- Lo que yo decía... como un bicho raro.- dije mientras volvía a mirar de frente. Decidí cambiar de tema e ignorar a los demás alumnos.
-Bueno Bella, ¿qué clases tienes hoy?. Es posible que concidamos en alguna.- dije riendome cuando nos acercamos a uno de los enificios que juntos formaban el instituto y yo hechaba una ojeada a mi horario para saber las clases que tenía.

Fui consiente de que su mirada se clavó en unas chicas en particular y sentí la tensión de su mirada hacía ellas, suspiré y me concentré en su comentario de ser el nuevo.

-Yo aún no me quito ese cartel. – mascullé haciendo un mohín y continué caminando a su lado, fue en cuestión de minutos, quizá menos de lo que hubiese esperado que llegamos por fin a las puertas del Instituto, me atrapó con la guardia baja, comencé a procesar información pasada para lograr recordar que clase llevaba hoy pero no me vendría bien fisurar a mi cerebro - ¿La verdad? No tengo idea, creo que necesito encontrar a Mike para que me lo diga – aunque dudaba de que Mike llevara al día mi lista de horarios pero él se sabía más que yo la mayoría por el hecho de que se ocupaba en acompañarme a cada una de las clases – Mike Newton. – corroboré por si acaso él le conocía.