Un día de lluvia

Estaba en la sala de la mansion, no pensaba salir, aunque el día era uno de esos perfectos para que un vampiro saliera, nubes cubriendo el sol, lluvia. Pero igualmente no tenia ganas de salir, me quedé en la sala ordenando las pocas cosas que estaban fuera de lugar.

No tenia mucho para hacer, tranquilamente me senté en el sillon y me dediqué a ver el paisaje de fuera de la casa.

Bajé las escaleras lentamente, dispuesto a encender la televisión y distraerme con las poco originales noticias del mundo. Me sorprendió ver a Alice en el sillón.
No era nada normal verla quieta, sin nada que hacer. Me senté a su lado, rodeándola con mi brazo.

- ¿Es que no tienes mil cosas que hacer hoy? - pregunté, besándole la frente con ternura. Si había algo que lograba derretirme de pies a cabeza, era Alice. Noté que su sentimiento de aburrimiento era bastante más fuerte que los demás. - ¿Te sientes bien?

Giré un poco la cabeza cuando escuché a alguien bajar las escaleas hasta que supe queera Jasper cuando se sentó a mi lado.
Le sonreí y negué con la cabeza en respuesta a su pregunta sobre lo que debia hacer.
-Si, claro que me siento bien, aunque ya deberias saberlo- comenté sonriendo, en teoria él sabia como se sentia todo el mundo- solo me aburro un poco, no tengo mucho para hacer- dije mirándolo.

Fruncí el ceño. Era bastante extraño ver a Alice sin ideas sobre qué hacer

- Mmm... Puedo dejar que me ganes en el ajedrez - propuse, con intención de levantarle el ánimo - O podríamos ir a cazar si quieres... - en ese momento se me acabaron las ideas. Solo una fiesta u organizarle la vida a alguien podría animar a Alice, pero debía intentarlo de cualquier forma.

Sonreí por la idea de jugar al ajedrez, era bastante divertido ganar al ajedrez sabiendo las fichas que mis hermanos iban a mover. Por otro lado la idea de salir a cazar no era mala, aunque no me convencia del todo.
-No se que hacer, ¿estaré perdiendo facultades?- pregunté riendo, la presencia de Jasper me alegraba aunque fuese un dia en el que nadie pudiese estar alegre, aún no sabia si era cosa de su poder, pero igualmente me alegraba estar con él.

Me puse de pie y con mi gracia natural fui hasta el equipo de musica y dejé que la musica que ya estaba puesta continuara sonando, me acerqué a Jasper aun riendo más animada que antes y estiré una mano- bailemos- le dije esperándole, no era raro entrar a la sala y verme bailando, pero muy pocas veces pedia que bailaran conmigo.

Levanté la vista recorriendo con la mirada todo su trayecto, hasta que volvió a mi y me tendió la mano.
No pude evitar sonreír ante su idea. De cualquier forma, bailar con ella superaba con creces mi plan de salir de caza, por lo que tomé su mano sin perder mi sonrisa. Le di una vuelta completa y la incliné al estilo de las películas para besarla un instante.

- Sabes que me superas en esto del baile - murmuré, incorporándola

Amplié la sonrisa cuando se incorporó para bailar.
Le respndí al beso y luego le miré cuando habló mientras volviamos a estar como antes y me rei- y tu sabes que me superas en esto de los besos- dije mientras bailabamos siguiendo el ritmo monotono de la música que sonaba y volví a juntar nuestros labios.

Sabía que estábamos solos, asi que no me preocupé por que nos vieran. De seguro Emmett se moriría de risa con esta escena... pero era casi imposible resistirse a ella. Cualquier cosa que me pidiera, lo haría con una sonrisa solo por verla feliz.
Sus sentimientos eran los únicos que me daban paz. Cada vez que la miraba, sentía exactamente lo mismo que sentí la primera vez que la vi, en aquel bar: Esperanza.
La giré un par de veces, con la mirada perdida en su figura.

Despues de un rato la música dejo de sonar y fui dejando el baile, sabía que Jasper lo agradeceria.
-¿Y que penabas hacer antes de verme?- pregunté con curiosidad, a lo mejor era algo má interesante

Dejamos de bailar, pero aún así seguí sosteniéndola por la cintura, cerca de mí.

- Nada más interesante que esto - comenté - Pero estoy seguro de que hay pocos espectáculos más lindos que verte bailar

Presioné mis labios contra los suyos una vez más y luego la miré con una sonrisa

- Te sientes mejor - No era una pregunta, lo sabía mejor que nadie - Parece que logré levantarte el ánimo - sonreí nuevamente.

Levanté las cejas cuando comentó sus no planes para hacer y sonreí.
-Siempre logras animarme...¿será tu poder?- bromee revolviendole el pelo.

Levanté las cejas inocentemente

- No estoy usando ningún poder contigo - dije seriamente - Sabes que solo uso mi don cuando el ambiente me afecta demasiado
Paseé la vista por el lugar - Pero hoy nos han dejado solos... no tengo idea de dónde han ido, pero la casa está tan libre de sentimientos que me resulta hasta extraño - Comencé a balancearme nuevamente, aunque la música ya había terminado hacía rato.

Le seguí cuando volvió a moverse mientras que mis brazos apoyados en sus hombros subieron hasta su cuello.
-Cierto, no hay nadie en la casa, deben estar cazando- dije encogiendome de hombros, le verdad, saber que estarian haciendo mis hermanos me importaba muy poco.
-Hace tiempo que la casa no esta tan tranquila- dije aún moviendome con él al ritmo que ibamos inventando segun nuestros pasos

La miré, espectante

- ¿Crees que deberíamos preocuparnos de que no regresen? Salieron hace tiempo... ¿No has visto nada? - pregunté, llevándola lentamente hacia el sillón para sentarla sobre mí, de manera que mis brazos quedaran alrededor de ella. Era poco el tiempo que pasábamos solos y yo solía disfrutar de esos momentos, pero en verdad hacía tiempo que los demás se habían ido.
Quizás se habían cruzado con algún otro vampiro, o quizás solamente estaban de compras, que no era nada anormal. ¿Pero de compras sin Alice?... eso era difícil de creer.

Negué con la cabeza a su pregunta- No he visto nada extraño, ddeben haberse entretenido- dije recordando alguna vision que hubiese podido tener.
-Hemos visto a unas vampiras, en el instituto, parece que quieren quedarse en Forks- comenté para que supiera que ya no eramos solo los Cullen por Forks.

Pensé un momento la respuesta, laverdad no sabia si planeaban quedarse.
-Parece que si, quierodecir, estan en el instituto, si vinieran solo de paso no asistirian, no crees?- comenté recordando a la chica que estaba más tranquila, parecia que no queria problemas.

- Pues no le veo la casualidad al asunto - comenté, pensativo mientras rozaba mi nariz contra su muñeca - Ya de por si es raro que alguno de nuestra especie decida pasearse por Forks y solo suelen quedarse unos días... ni hablar si sus costumbres alimenticias son distintas a las nuestras. Habrá que estar atentos, o podría salir algo bastante mal.

Escuché tewntamente lo que decia y asentí- habrá que estar atentos, parece que una es tranquila, pero su amiga, creo que no le hace mucha gracia que convivamos con humanos, y que intentemos pasar desapercibidos- le comenté tranquila y miré en silencio como su nariz rozaba mi muñeca, de seguro queria ir a cazar, aunqué todos sabíamos que se controlaba en frente a los humanos, pero para él no era tan fácil.
-¿Tienes pensado ir a cazar?- pregunté acariciando su mejilla con mi mano y acerqué nuestros rostros para juntar mis labios con los suyos una vez más.

No me apresuré para terminar el beso... sencillamente me dediqué a disfrutarlo.
- Hmm... - comenté sencillamente al tiempo que la atraía más hacia mí - Quizás más tarde - decidí al fin. Si había algo que lograba distraerme cuando tenía sed, esa persona era Alice, sin dudas.
Aunque mi mente seguía pensando en aquellas vampiresas y sus razones para aparecerse por Forks e inscribirse en el instituto, Alice podía lograr que yo me olvidara de cualquier cosa. Estaba seguro de que si alguien me preguntaba mi nombre en aquel instante, debería tomarme un segundo para pensarlo.
- Eres mi perdición - comenté, sonriendo

Le sonreí ampliamente ante sus palabras y volví a juntar nuestros labios durante un instante para luego recorrer con los mios un camino desde su mandibula hasta su cuello. Acabé apoyando mi cabeza en su hombro mientras aun sonreia- Mi Jasper- susurré bajito contra su oido.
Levanté la cabeza y volví la mirada hacia sus ojos, aquellos ojos que a simple vista, para cualquiera serian iguales que cualquiera de los demás pares de ojos dorados de los Cullen, pero para mi eran diferentes, no eran los ojos de un vampiro vegetariano cualquiera, era la mirada de Jasper, mi Jasper. Y me encantaba.

Sonreí al escuchar "mi Jasper". Lo cierto es que era la verdad... no estaba exagerando en ese punto.
Desde aquel día de lluvia en que nuestras existencias se cruzaron por primera vez, mi vida estuvo total e irrevocablemente ligada a la suya.
La rodeé con mis brazos y la acuné contra mi pecho.

-¿Alguna vez te arrepentiste de haberme encontrado?

Me acomodé en su pecho y no dudé en la respuesta- nunca, nunca me he permitido hacerlo...no pienso ni siquiera en hacerlo- dije segura de lo que decia- y no me lo perdonaré si algun dia lo hago, pero no pasará, Jasper fuiste la primer persona que vi cuando desperté como vampira, en una visión, y supe que mi destino era encontrarte, y no me negué, porque supe que te querria- dije mientras tomaba su mano y entrelazaba nuestros dedos- supe que pasaría mi vida junto a ti, y no me arrepiento de eso- finalicé y me quedé un rato en silencio.
-Que te hace pensarlo?- le pregunté tan tranquila como antes

La observé atentamente mientras pronunciaba cada palabra y entrelacé mis dedos a los de ella cuando tomó mi mano. Bajé la mirada, rehuyendo sus ojos.

- Es un pensamiento que se me ocurre de vez en cuando... - Seguí sin mirarle, a sabiendas de que se enfadaría por lo siguiente - solo que a veces creo no ser suficiente para tí, eso es todo - me encogí de hombros, como restándole importancia - En verdad tengo mucha suerte de tenerte en mi vida
Besé su frente y sonreí, levantándome del sillón. No quería seguir hablando de mi baja autoestima.

Le escuché atentamente notando que no estaba bien, tampoco le miré a los ojos mientras hablaba, pero supe lo que debia decirle- Jasper, eres más que suficiente para mi, no se si merezco a alguien que me vea como tu lo haces, pero lo que se es que te quiero, te amo y lo sabes, puedes sentirlo también, no tienes que preocuparte por eso, por favor- dije pidiendole que no pensara algo asi nunca más.

Dejé que se levantara del sillón- Yo si que tengo suerte- le respondí a su comentario.
-Creo que deberiamos ir a cazar, ¿que te parece?- ofrecí levantando las cejas para dejar a un lado aquel tema.