Primeros pasos

Aparqué el audi en una plaza vacía. Miré a mi alrededor,sintiendo de repente que una mínima porción de ojos me seguía.
Maldita,maldita,maldita sea mi belleza vampírica. No sabía por qué no quería que me vieran,pero no quería. Palpaba sentimientos de burla,curiosidad (demasiada curiosidad),y hasta emoción. Yo era la nueva, y les interesaba. Pero no había simpatía en ninguno de ellos.No aislarme iba a ser un verdadero desafío.
Comenzé a caminar con aire resuelto hacia el edificio que tenía ante mí. Un extenso patio se abría ante mis ojos. Pude notar las pequeñas mesas de mármol distribuidas de forma irregular, a la cantidad de niños que se apresuraban a entrar a sus clases. Y pude notar el apetitoso aroma que emanaba de cada uno de ellos.Tragué.No podía permitirme pensar en eso,ni siquiera detenerme un segundo.
Miré los rostros que tenía más cerca.Me miraban,sin duda.Uno de ellos con interés - en tus sueños chiquito - reí para mis adentros.Una chica con una hostilidad marcada. Otra chica,con curiosidad. Otro chico emanaba duda,como si no supiera de que iba yo. Mi dios,esto no iba a ser nada fácil.
Y entonces le noté. Con mi mirada periférica,note a una chica que a simple vista era normal. Pero su efluvio...me era taan desagradable. No podía tolerarlo.Era sangre humana,pero con un toque animal,casi místico.Hacía que mi nariz se arrugara y escociera.La ponzoña inundó mi boca,mis dientes se retrajeron en una mueca amenazadora instintivamente.
- CONTRÓLATE - me recordé.
Pero...¿qué estaba pasando?
Me sentí atraída hacia ella instantáneamente.

¡Maldita sea!¡La del olor raro me estaba mirando!
-Bien,Kate - me dije.
¡Ah noo!¿Ahora me levantaba una ceja? Esto ya era desafiar a su suerte.
-Tranquila y calmada - me dije. - Ya pronto averiguaré todo.Sé que puedo. -
Me di media vuelta y me marché.No quería empezar así mi primer día.

Entré al edificio,tratando de ubicarme con mi plan de clases para el día de hoy. El lugar no estaba muy bien diseñado,pero era una escuela. Me tocaba el aula numero 9. En el pasillo,un niño estaba apoyado en el casillero al lado del mío.Por supuesto,no era menor que yo,bueno,al menos no físicamente.Pero con mis años,era menor ciertamente. Fue el único que se animó a hablarme.A estas alturas yo ya me sentía la rechazada del colegio.La gente me evitaba abiertamente.
- Eres nueva, ¿verdad? - dijo con una voz que denotaba interes.Era castaño,alto y algo desgarbado,más bien flacucho. Tenía rostro de niño, con las mejillas sonrosadas y unas largas pestañas. Sus ojos verdes me miraban con suspicacia.
- Sí, me llamo Katerina - le sonreí amablemente. Algo lo hizo retroceder. Quizás fuera mi sonrisa,que se vería mas amenazadora que otra cosa. Enseguida le dije - ¿Cómo te llamas? -
- Dean - me sonrió,nuevamente animado
- Encantada- curvé la sonrisa con cuidado,para no dejar los dientes expuestos. El también me sonrió.
- ¿Qué aula te toca? -
- La número 9 - le respondí con todo el encanto que me fue posible.
- Aaah... - pareció decepcionado - Yo voy a la 14 -
Luego el chico se levantó y me tendió la mano.Se la estreché mientras él decía:
- Te veré en el comedor, supongo - me guiñó un ojo sugerentemente. Esto me produjo un poco de hastío. Que volubles podían ser los humanos
- Por supuesto.Te veré por allí - le sonreí,me dí media vuelta y me alejé.
Ahora me dedicaba a divagar por el pasillo. Me tocaba Historia,mi materia favorita cuando era humana.Nada de eso había cambiado,y sentí el alivio.
Me apoyé contra la pared,no quería entrar y hablar con otro humano.Ya habría tiempo en el comedor para eso,ahora que tenía donde sentarme. Me relajé.La mañana pintaba muy bien.Con algunas excepciones.

Tarareaba mi melodía preferida tranquilamente. Bueno,en realidad estaba bastante aburrida esperando ahí. Debería de parecer una chica sola y estúpida allí contra la pared.
Analizé cada detalle de la construcción,las paredes,el piso...
Mire de reojo a cada uno de los alumnos que circulaba por ahí.Algunos estaban animados,otros bastante cansados,otros prácticamente dormidos. Algunos de ellos hasta estaban tristes.
-Muy Lunes - me dije a mí misma.
Entonces la vi. La misma maloliente del patio. Parecía ir al baño. Y estaba sola. Excelente.
No me lo pensé mucho y fui detrás de ella. Oportunidades como esta no llegaban dos veces,y yo amaba resolver incógnitas.

La seguí por varios pasillos. Parecía totalmente perdida.Hasta que se dirigió al cartel de baños. Pensaba observarla,asegurarme de que eran imaginaciones mías...
Y entonces me habló. Mierda,no había pensado como encarar esto.
Su asqueroso efluvio me invadió como un baldazo de agua fría. O mejor dicho,de agua caliente. Se sentía la temperatura alta en el ambiente,esa chica era como una estufa. Quizás tuviera fiebre.
- N-n-no,l-lo siento - dije entrecortadamente. No sabía qué decirle.Me obligué a recomponerme.
- ¿Qué eres?Digo...¿quién eres?- maldita sea,lo estaba arruinando. ¿Pero qué era esa chica? No me apetecía su sangre,no era una llamada a todo mi ser.Solo quería...acabar con ella.Y eso que a mí no se me daban las peleas.
- Emm, soy nueva aquí, y creo que tú también - la miré fijo. - ¿Cómo te llamas? -

¿Clan?¿Esme? ¿Quién diablos era esa chica y cuánto era lo que sabía?
Eché a andar tras ella.Tenía que darme algunas respuestas todavía. No podía irse de allí.No me había tratado como cualquier otro humano.Yo me había comportado con toda la amabilidad del mundo,y esa chica actuó como si en realidad otras palabras salieran de mi boca. Ella lo sabía...sabía de nosotros...¿pero cómo?
- Ey,tú - le grité,a vista de que no me había dicho su nombre.
- ¿Te molestaría explicarme que acabas de decir?¿Que tanto sabes?-
le dirigí la mirada mas enfadada que me fue posible.

Anduve detrás de ella de nuevo. ¿Acaso esta chica no iba a mantener una conversación fluida nunca?
- No sé de qué hablas.Puedo...olerte,si,y no eres...normal.Pero nunca me había tropezado con este rastro en mi vida...¿Qué eres?- todo esto se lo susurré.Si ella era especial,sabía que podría oírme.

La miré sorprendida. Licántropo...licántropo...
- ¿Los aulladores de la luna? Pero si sólo escuche esas leyendas...no creí que existieran...es decir...¿tú?¿Y enemigos?- casi no podía hablar.Me olvidé del olor y de todo lo que me rodeaba.
- Escucha...yo quiero quedarme tanto como pareces quererlo tú. ¿No tendré que pelear por el territorio,verdad? -
Los vampiros que peleaban entre ellos por las tierras me daban repulsión. No quería convertirme yo en eso y mucho menos quería pelear contra un licántropo, que a propósito,resulta que si existía. Esto se estaba volviendo de lo más raro.

- Pero si no me has hecho nada,¿por qué voy a odiarte?¿Sólo por que me hueles feo? Estoy segura de que tu no tienes la culpa...-
Y entonces,algo de lo que dijo me llamo la atención. Otro clan...¿que tan grande?¿Y cómo recibirían a los nuevos habitantes?
Seguramente el aquelarre no era de más de dos personas,y yo no iba a molestar en su territorio de caza,no deberíamos tener problemas,pero los vampiros carnívoros eran tan territoriales...
- Escucha,no necesito que te vayas por que a mí no me molestas. Mientras tú no reveles lo que soy,estaremos en paz. Ahora,me gustaría que me expliques algo del otro aquelarre,su número y donde puedo encontrarlos... -
Mejor yo daba el primer paso con los demás.En cuanto a esa chica lobo,bueno,podía decirme una buena cantidad de cosas...

John Leibniz

LLegué al instituto y aparqué el camión-grúa de mi tío en la zona más alejada posible a los edificios de salones... quería recorrer lo más posible a pie para familiarizarme.

Al llegar a una zona más transitada de alumnos todo iba normal, no sentía la presencia de nadie sospechoso... todo indicaba que sería un día tranquilo.

Crucé una escalinata corta en la entrada y abrí las puertas... me acomodé la mochila en el hombro y avancé a paso firme. No tuve que recorrer mucho hasta que vi un rostro conocido. Era la chica rara de anoche, conversaba "alegremente" con otra estudiante...

La miré fijamente tratando de atraer su mirada... había algo raro en la otra chica y quería advertírselo.

- No soy un zombie exactamente.Pero bien,no quiero tener problemas con ellos,¿se pusieron muy territoriales contigo? Es decir,la sangre humana los pone asi,pero quizás si no les molesto... - Me callé súbitamente. Otra vez estaba ahí mi manía de decir todo lo que pienso. Pero de repente,la chica se giró y me dió la espalda. -Pero qué descortés,se ve que es parte de la licantropía - pensé. Y entonces le vi. Un chico la miraba fijamente del otro lado del pasillo,y su mirada no me gustaba.De hecho,se parecía mucho a la de la chica lobo. -Bueno- pensé. -Si es otro de ellos me muerdo a mí misma-

John Leibniz

Negué con la cabeza, al parecer el interpretar miradas no era el fuerte de la chica... Decidí acercarme a "saludar".

No entendía por qué pero a cada paso que daba los latidos se me aceleraban, era como si una alarma en mi interior se estuviera activando. No disminuí el paso hasta que estuve a lado de la chica a la que conocía...

La miré por un instante, como tratando de recopilar del aire los vestigios de su conversación previa... - Veo que al final me hiciste caso y te marchaste... - dije refiriéndome a nuestro encuentro de anoche.. luego me volví hacia la chic a nueva - Hola... -

Miré al chico,otro de ellos.¿Acaso este lugar era una plaga de leyendas?
- Hola!Aquí la vampira que te habla. - le sonreí lo mejor que pude,por que la situación no era para sonreír sino para salir huyendo.

- Bueno pero por si no te habías dado cuenta, ustedes son licántropos, puedo notarlo de ambos, y yo soy vampira. La situación ya de por sí no es normal, así que a nadie le importará que nos comportemos como menos se espera de nosotros. Solo espero que a los otros no se les ocurra atacarme... -
- Genial - pensé. - Yo que esperaba estar con humanos normales,y ya me topé con lo más raro de por aquí.Menudo primer día -