- Mi hermano y yo somos los últimos de... ya sabes- dije mientras comencé a caminar por el pasillo - Mi tía salío "normal"- dije con una sonrisa - Supongo, la cosa es que vivo con ellos en una casa normal y con una familia completamente normal- contesté con ironía.
- En fín, no puedo quejarme. Mi tía me trata como una "princesita". Si bien no me gusta, hace lo mejor que puede- agregué