Casa Vom Kraust

Realmente ya no sabia que hacer. Se sentó en el sillón de su sala de estar, y pensó en una solución. -No los puedo matar- dijo en voz baja.
Vio por su ventanal como esos niños jugaban a la pelota, inocente y ruidosamente.
Se levantó y se toco la frente, se sentía mareada.
Caminó muy lentamente hacia su cocina, que quedaba paralela a su sala de estar.
Busco hielo en su heladera y preparo un té helado. Hoy no era un día como otros, Hoy hacia algo de calor dentro de esa casa acogedora.
Abrió la puerta con su taza en manos, se sentía toda una Inglesa rebelde, sentándose a tomar el té de las cinco o'clock en la puerta de su casa.
-al fin, aire- pensó, mientras cerraba la puerta detrás suyo. Ella abrió sus ojos, y ágilmente se corrió hacia la derecha sin derramar una gota de té. La puerta retumbó de un pelotazo. Sus intenciones no eran buenas, pero se controló y les cedió su pelota
-No quiero que esto se repita, ¿entendido?- Sus ojos se tornaban oscuros. Los niños solo asintieron y desaparecieron. Ella esbozó una sonrisa y se sentó en el escalón de su puerta principal, Tomo un poco de té, y disfruto del limpió aire que refrescaba su pálida cara.

Cerré la puerta de mi casa con un golpe, mientras caminaba hacia la acera,
pensaba salir a caminar un rato para refrescarme ya que hacia un poco de calor.
Comencé a caminar despacio mientras que el viento golpeaba mi cara.
En ese momento mire hacia el costado había una casa con una chica sentada en la puerta

-No es fea – pensé –no es nada fe….PAF un golpe interrumpió mis pensamientos, se trataba de la pelota de unos niños que jugaban cerca de allí.
Sin poder evitarlo me desplome en el suelo sintiendo un gran ardor en el cara.
-lo que me faltaba- pensé –hacer el primer papelón del día frente a una chica linda-intente incorporarme con dificultad tratando de no mirar a la chica.

Mientras trataba de recordar lo que pensaba, tomé un sorbo de té.
- Debo ordenar, mi hermana vendrá dentro de muy poco- pensé cerrando los ojos. El viento me hacia sentir libre, deje la taza en el piso, y al levantar mi cabeza ví como un chico caía hacia el suelo. Tapé mi boca y agache mi cabeza
- já, eso debió de doler- Reí silenciosa.
Levanté mi cabeza y arreglé un poco mi cabello, realmente estaba desastrosa.
Le miré buscando su mirada.

Sigilosamente levante mi cabeza y vi que la chica me miraba.
Luego me incorpore totalmente, tome la pelota y se la devolví a un chico que se había acercado con cautela,- lo siento- dijo apresuradamente y se marcho rápidamente.

-que manera de pedir disculpas –pensé un poco molesto con los niños….en ese momento recordé que la chica de la casa todavía me seguía observando.
Me di la vuelta quedando justo enfrente de ella, era demasiado linda y no recordaba haberla visto nunca.

Abrí la boca para decir algo pero de ella no salio ningún sonido – ¿que esta pasando conmigo? -Pensé había visto chicas lindas antes pero ninguna me había dejado en aquel estado.

Tomé la taza del suelo y bebí el poco té helado que quedaba, mastique con fuerza el último hielo y respire profundo, realmente estaba cansada. Volví a fijar la mirada en ese chico. Noté como este estaba completamente paralizado.
- ¿acaso soy tan fea?
Decidí romper el hielo, sonreí y levanté mi mano en forma de saludo.

La mire, vi como levantaba la mano y embozaba una sonrisa, sorprendido se la devolví también saludando con la mano.

Woow me sonrió… -dijo una voz emocionada dentro de mi cabeza – ¡ya Mike contrólate!-dijo otra mas prudente que la anterior.

He hola…… -dije mientas seguía sonriendo, ya era hora de dejar la timidez y causar una buena impresión- ¿eres de por aquí? No recuerdo haberte visto antes

Paré de sonreír para formular mi respuesta
- que pregunta más boba
- ¡Hola! - dije mientras me paraba, - si, vivo aquí- comenté señalando hacía atrás mio - hace 1 mes que me mudé a esta casa, ¿Tu hace cuanto que vives aquí? No había tenido el placer de verte-

Deje de sonreír también
vivo aquí desde que nací-dije tranquilamente- me conozco el pueblo de pies pies a cabeza-agregue alegremente

¿ha propósito de donde vienes ?- pregunte con curiosidad- también estudias en el instituto de forks?-esa ultima pregunta quisas le sonara algo tonta porque la chica aparentaba tener unos veinte y tantos

-wow- pensé, nunca había tenido una experiencia como esta desde que era pequeña.
-Wow, ¡Ah!- reaccioné- Yo vengo de una casa en las afueras de Forks, pero vivo en el estado desde que tengo 12 años. Antes vivía en Francia- comenté entretenida. Ver como hablaba se me hacía gracioso. -demasiado perfecto para ser verdad-. Le sonreí y proseguí
-No, ahora estoy estudiando psicología en otro instituto. Solo por curiosidad, ¿Cuántos años tienes?
El parecía bastante joven, quizás el si iba a el instituto donde yo cuando me reciba trabajaría como psicóloga.
Arreglé mi cabello y le miré curiosa.

Woow Francia ¿he?-dije impresionado- debe ser muy lindo, no conozco mucho de otros países-agregue con una sonrisa

Sobre mi edad tengo 17 ¿y tu?- dije esperando que dijera 20 o 21 – ho por cierto ¿cual es tu nombre? – exclame pensando que casi me olvidaba de la pregunta mas importarte

Reí algo tímida.
Realmente no le estaba prestando la atención necesaria que él necesitaba, solo sentí algo sobre 17, lo cual hizo que mis ojos se abran. Reaccione y preguinté
- 17 años, ¿huh?-
que comentario inútil.
- Yo- agaché mi cabeza- Tengo 21 años-
Miré mis zapatos, mis agujetas como de costumbre estaban desatadas, le miré, y me agache a atarlas. - Dios, debería de comprarme zapatos sin agujetas- reproche, me sentía algo estúpida

Mire sus zapatos
No te preocupes a todos nos pasa-dije riendo-me había causado un poco de gracia el comentario sobre ellos.

-bueno ya me imaginaba que tenías mas de 20 eso es lo que aparentas- comente tranquilamente, mientras miraba a la chica.
Fije la vista en un punto fijo – ¿y ahora que?-pensé, la verdad era que no sabia que decir.
Mire otra vez a la chica, seguía viendo sus agujetas
- he…pero no me respondiste cual era tu nombre- dije volviendo a embozar una sonrisa

Este día mis zapatos cobraron vida y me odiaron. No los podía atar, así que decidí meter las agujetas dentro del zapato, por más incomodo que fuera.
inútil
Mientras él hablaba me incorpore y le miré algo sería, hasta que me hizo dar cuenta de mi falta de atención.
-Lo siento, estoy mas distraída de lo común. Mi nombre es Sophield, puedes decirme Soph si deseas. ¿El tuyo?- pregunté un poco más animada.

Sophield, bonito nombre-pensé para mis adentros.
Mi nombre es Mike….Mike Newton-dije finalmente, iva a decir algo pero en ese momento sonó mi teléfono.
Era mi padre quería que lo fuera a ayudar a la tienda de deportes, colgué el cel y mire a Sophield.

-Lo siento pero tengo que irme…..es que mi familia tiene una tienda de deportes
y necesitan que los ayude- dije con un tono de tristeza, la verdad era que no quería irme todavía, pero como dicen “el deber llama”.

Bueno fue un placer-dije sonriendo mientras me dirigía a retornar mi caminata.

Mike Newton, conozco ese apellido de algún lado - pensé mientras veía como su el tomaba su celular. Debía irse.
-Uhm, ahm- titubeé-Claro, el placer ha sido mió- dije cordialmente
-Acaso volveré a verte? Pregunté con un tono algo preocupado mientras veía como se estaba preparando para irse. Realmente me había caído bien aquél muchacho.

me detuve -¿quiere volver e verme ?-pensé desconcertado

si claro mi casa queda ahí a la vuelta -dije señalando con un dedo la dirección- puedes ir cuando quieras, también te puedo pasar mi numero si quieres- agregué encogiéndome de hombros.

mire a Sophield, esperado la respuesta

-¡Claro!- dije entusiasmada, me calmé y proseguí- Uno de estos días me daré una vuelta por tu casa. Ansió tomar té con usted- dije con un tono británico. Me reí y sin esperar más, saqué mi celular discretamente de mi bolsillo.

También reí -tendrás que disculparme pero no soy muy amante del te, aunque si algún día quieres un café no me negare.

-bueno será mejor que me ponga en marcha si no mi padre va a volver a llamar te dejare mi número por si acaso-saqué un papel y lo escribí rápidamente extendiendo la mano hacia ella para que lo tomara.

Reí junto con él. Vi como su mano se acercaba a mí, así que precipitadamente guarde mi celular en el lugar más cercano fingiendo naturalidad, tomé el papel.
-Gracias, y ahora vé, te regañaran- dije en broma mientras le guiñaba un ojo de forma amable. Reí y le miré.

reí con ella otra vez y luego la mire fijamente por lapso
indeterminado de tiempo....hasta que finalmente me di vuelta y comenze a caminar,mire hacia atrás una ultima vez.

-bueno adiós nos vemos pronto-dije sonriendo mientras agitaba la mano y luego seguí caminando

-¡Adiós!- vociferé viendo su silueta alejándose.
Esperé a perderle de vista. Me dí vuelta, suspire y tomé la taza de té frío que se encontraba en el piso, abrí la puerta y entré hacia mi fría casa.
Fui danzando hacía mi cocina, deje la taza y prendí un radio que se encontraba en la mesada.
Caminé hasta el living y tomé una librete. Me tiré en el sofá, amaba hacer eso. Me acomodé, pero me era imposible. Algo me estaba molestando, algo en mi espalda, me corrí rápidamente, movimiento erróneo
-¡¡AUCH!!- grité al caerme del sofá y pegarme en muchas partes de mi cuerpo. Mi gato que se encontraba a 1 metro mió salió corriendo hacía cualquier dirección al escuchar mi grito.
- que id- algo interrumpió mi molestia. Había unas llaves en mi sofá. Abrí mis ojos curiosa.
- Uhm- pensé- deben de ser, no... No lo son- Mi pelea mental acaba de empezar. Aún no resolvía de donde habían salido esas llaves, las cuales parecían llaves maestras. Las tome y me las guarde en el bolsillo de mi pantalón, algo manchado por cierto. Me acosté de nuevo en el sofá, ignorando mi curiosidad acerca de esas llaves tomé mi libreta y empecé a escribir.